A quién no le gusta un columpio, está ligado a tantos recuerdos felices infantiles. Y es que un columpio lo disfrutan por igual chicos y grandes. Siendo un mueble de jardín y patio de juegos, hace mucho se integró a la decoración de interiores. Es un detalle muy rompedor que luce estupendo y que hoy descubrirás con nosotros, que suma mucho a la decoración. Y aporta al bienestar, que sí.
Un columpio para decorar el salón, el dormitorio y más
Hay una gran variedad de estilos de columpios. Así como de tamaños para elegir, que se adaptan a espacios interiores grandes, medianos o pequeños. Porque sí, el columpio ya no es solo para el jardín o el área de juegos. También se ve bien y se disfruta en el interior. Como un detalle más útil y decorativo en el salón. Como un juego y atractivo mueble en el dormitorio infantil. Y claro, en tu dormitorio también puedes tener uno, para leer, para escuchar música.
Ya el columpio no es algo que se coloca fuera llegados los días soleados. Porque lo puedes disfrutar en cualquier temporada. No hace falta que se integre a la decoración como parte de la misma. Porque puede ser como ya hemos dicho, el detalle rompedor. El que es diferente, un toque divertido, colorido, alegre. Así que no importa el estilo decorativo del espacio, se verá fantástico.
Y hay tantos diseños como ya hemos dicho también, que podrás elegir fácilmente. Son tan versátiles a la hora de aprovecharlos como un mueble más. Y puedes elegir uno muy pequeño para los niños. Y uno más grande para los jóvenes. A que todos disfrutarán en algún momento del mismo. Siempre tienen una estética tan colorida y original que en cuanto a variedad, hay muchos estilos, tamaños, materiales y colores.
Por supuesto como elemento decorativo encontrarás algunos en materiales muy actuales, y algunos otros más tradicionales. Según te gusten, elige uno de mimbre o macramé y si lo prefieres uno de metal con tela como la manta. Colocarlo es fácil, a partir de una sujeción adecuada y segura del techo. Ten en cuenta las instrucciones del fabricante en cuanto al peso que soporta. El mantenimiento que debes darle. Y la limpieza y cuidado del mismo. No dejes a los niños sin supervisión cuando juegan en el columpio. Y ten presente siempre que no es de ninguna manera adecuado para los muy pequeñitos. Seguridad ante todo.
Un columpio para cada rincón del hogar
El columpio sirve bien y se ve perfecto en un rincón del salón. En el cuarto de juegos es necesario e imprescindible. En el jardín, sí o sí debemos tener uno. Pero en cuanto a decoración también podemos tener uno y muy bonito en la sala de estar.
Ten en cuenta qué quieres lograr, un toque audaz, elige colores que contrasten con el color de las paredes y el mobiliario. Quieres que solo sea un elemento divertido sin gran contraste, combínalo con los colores de tu decoración. Si te decides por colocarlo en el dormitorio, piensa en un rincón donde moverse en el mismo sea cómodo. Y que no te reste espacio, estética y funcionalidad.
En otros rincones del hogar, donde sobra espacio y se puede aprovechar con algo de tamaño suficiente, irá bien. Un columpio en un pasillo o bien en un rincón de la entrada. Para jugar un rato, para leer al final del día, para hacer una siestita si es suficientemente grande.
Y en el dormitorio infantil, no requiere mayor presentación. Si tienes espacio y quieres darle a los niños algo más para divertirse, tienes que tener uno. Siempre insistimos, siguiendo las normas de seguridad y supervisión necesarias. Uno de tamaño suficiente para que puedan usarlo con comodidad. Y que sea resistente para que pueda usarse por algunos años.
Bienestar a través de algo tan sencillo como un columpio
Ya hemos destacado nuestros recuerdos felices usando un columpio. Algo que te gusta volver a disfrutar de vez en cuando, y si tienes niños, quieres compartir con ellos. Además de contribuir a la decoración, un columpio supone un juego que dará muchas horas de diversión. Y que tiene muchos beneficios.
Supone un juego de cierto nivel físico que aporta a la actividad que debemos promover en los más chicos. Cuando ya tienen edad podrás hacerles compañía mientras se mecen a su ritmo en el columpio. Lo que les beneficia no solo en actividad física, sino en un estado de relax, que a todos viene bien. Para los pequeños el columpio debe ser de su tamaño, un diseño específicamente creado para ellos. En un espacio seguro y donde no pueda ser utilizado sin supervisión de un adulto. Ya sabes que hasta la edad de seis años, tú le ayudarás a mecerse.
Cuando el escolar ya juega más independientemente puede mecerse y jugar largas horas en el columpio. Pero siempre deberás ejercer supervisión por su seguridad. El columpio decora el entorno, sí. Es divertido, también. Y tiene muchos beneficios, favorece la motricidad de los niños. Esto a través del equilibrio y coordinación que jugar en él supone.
Es una forma divertida de jugar tanto si lo utilizas en el jardín como si lo haces en interior. Por lo que resulta muy saludable cuando en la temporada invernal, debemos confinar los niños al hogar. Se divertirán y harán ejercicio físico ligero con su columpio. Jugar llegada la edad, en su columpio por si mismo, contribuye a su independencia y auto estima.
Si juega en familia, con hermanos y primos, aprende a compartir. Si juega con amiguitos se torna en un juego colectivo que incrementa su aprendizaje de habilidades sociales. Si colocas en casa, un columpio para ti o los adultos de la familia, disfrutarás descansando en él, y será ocasión de muchos ratos divertidos cuando tengas visitas. Diversión, relax, atractivo estético…a que estás deseando tener un columpio en tu casa.
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